Familia Du Cerrado. Una familia viajera desde Brasil.

A Eduardo lo conocimos en Ushuaia, él viaja junto a su hermosa familia con el proyecto @familia_ducerrado en una kombi Safari. Como nosotros planean recorrer todo el continente hasta Alaska y después ver qué les depara el camino.
El destino y las rutas nos volvieron a unir en Calafate, esta vez con menos frío y con más ganas de estar fuera de la Bipo charlando.
Sentimos gran curiosidad por este proyecto, por conocer un poco más cómo es viajar en familia, por conocer la dinámica diaria de estos 4 integrantes de Familia Du Cerrado.
Eduardo, Flavia, Eduardo filho/hijo (8años) y Noa (1 año y 4 meses) entre tanta conversación (porque los que conocen a Eduardo saben que habla un montón 😂) decidimos poner la cosa seria e invitarlos a que se sumaran a un seriado de entrevistas a viajeros que venimos realizando hace algún tiempo y que pronto será publicado. 🙌🏻
En la entrevista conversamos de cómo es viajar en familia, cómo es viajar ¡con un bebé a bordo! Qué los motivó a viajar, por qué el destino que escogieron, cómo se sustenta un viaje así y muchas otras cosas más.
El propósito de las entrevistas es regalarle a todos ustedes respuestas y pequeños impulsos para salir a viajar.
Después de la entrevista se unieron Paola y Rodrigo de @rutas.c10.72 y compartimos una noche muy linda.
Estamos muy agradecidos con la vida por encontrarnos con personas maravillosas por el camino. 🌎

Glaciar Perito Moreno, Argentina.

Después de tantos días de lluvia logramos coincidir con nuestro amado amigo, el sol.
Llevábamos días colocando la alarma del celular para darnos cuenta cuando sonaba qué o llovía o estaba todo el cielo nublado. Los pronósticos del clima sólo sirven para hacerse una idea pero la verdad es que por estos lares el clima es muy cambiante y con el invierno cerca nunca tenemos seguridad de cómo estará el día. Otra duda era donde dejar a Luita, nos hablaron de guarderías de perros pero salían por lo mínimo en 400PA y aparte nos daba miedo dejarla con alguien desconocido porque somos demasiado padres primerizos 😂 por suerte hablamos con Eduardo de @familia_ducerrado y el nos dijo que no tenía problema en cuidarla. ¡Listo, problema resuelto!
Llegó la hora de partir al Glaciar, dejamos a Lua con agua y comida suficiente como para dos días 😂 encendimos a Bipo y comenzamos a rodar.
El Glaciar impacta desde el primer momento que se ve a la lejanía entre las montañas, en el lugar hay varios caminos para escoger de variadas dificultades y desde donde se puede apreciar el Glaciar de distintos ángulos. El atractivo principal además del glaciar en sí son los famosos desprendimientos, nada más el sonido del bloque de hielo cayendo al agua ya hace que valga la pena ir a conocerlo.
Hicimos los recorridos que elegimos en alrededor de 3 horas y media y volvimos a la Bipo para irnos antes de que oscureciera y para llegar rápido a ver como estaba la tremenda de Lua.
Una vez más quedamos encantados con la fuerza y la belleza de la naturaleza y agradecidos con el universo por permitirnos estar donde estamos a cada momento que pasa. 🌎

Costanera en Calafate, Argentina.

Con Thiago y Sofi nos unió la fotografía, hicimos planes para irnos de excursión a fotografiar naturaleza pero el clima estuvo siempre en nuestra contra.
Fueron muchos días fríos y lluviosos.
Pasamos esta tarde en la costanera intentando hacer una fotografía del atardecer pero una vez más el clima nos jugó en contra.
Es lindo conocer otras personas que hagan lo mismo, intercambiar consejos y trucos, darnos cuenta como todos tenemos visiones muy distintas.
Thiago hizo las dos últimas fotos de este post, nos encantaron mucho.
Nelson y yo a pesar de ambos ser fotógrafos no tenemos la costumbre de hacernos fotos juntos y él nos capturó en un atardecer amoroso junto a la Bipo.
Después de algunos días juntos ellos tomaron el camino a la ruta 40, van haciendo dedo y sus cuentos de camino son muy lindos, igual que sus fotos.
Ellos son divertidos como sus videos mientras esperan que los recojan en la carretera.
Fue un placer enorme conocerlos y compartir nuestros viajes, seguramente nos veremos muy pronto en la ruta. 

Una fogata en Calafate, Argentina.

Calafate ha sido un lugar amable y tranquilo.
Aquí conocimos personas geniales como @darlelavuelta @kombipechi @thiagotpm @sofiinfocus entre otras y nos reencontramos con @kombicromatica @ramobr1 y @familiaducerrado amigos que hicimos en Ushuaia y que seguramente nos acompañen un rato más ya que casi todos vamos a tomar la ruta 40.
Esta noche hicimos un asado, como le llaman acá en Argentina. Hubo mucho vino, comida y la mejor de las vibras. Alrededor de 20 viajeros en una casa compartiendo todos sus historias. Unos van de bici, otros de kombi, otros van haciendo dedo👍🏻. Unos hablan portugués, unos inglés, otros hablan español y al final todos estamos unidos por la pasión del viaje. 🌎
Después de la comida roló una fogata, canciones cantadas por Thiago que no tenía mucha idea de qué cantaba a esa hora, Willy y Tomi tocaron la guitarra, el resto los seguíamos contentos, porque no importa si no tienes idea cual es la canción, siempre se puede simular que cantas y aplaudir.
¡Estamos contentos!
Ahora la meta es conocer el Glaciar Perito Moreno.
Deséennos suerte.

¡SE PERDIÓ LUA!

Ya nos íbamos de Puerto Almanza y Lua no estaba por ningún lado, le silbamos, la llamamos a gritos y nada. Decidimos arrancar a rodar para ver si la conseguíamos, llegamos a la costa y la vemos jugar su juego favorito “perseguir pájaros” la llamamos, nos vió y nos ignoró totalmente.
Nuestro plan era ir a un wifi cercano a avisar a la familia que seguíamos ruta, decidimos rodar hasta dicho lugar y pensamos que Lua seguiría a la Bipo al darse cuenta que nos íbamos sin ella, en parte como forma de castigo por no hacernos caso. Llegamos al lugar y esperamos a que Lua apareciera… nada. Pasados alrededor de 30 minutos pensamos qué quizás no había notado que nos habíamos ido y que debía estar persiguiendo pájaros todavía. Dimos marcha atrás y cuando llegamos al lugar donde la habíamos dejado, no estaba.
Comenzamos el protocolo de nuevo, silbidos y gritos. Ni una señal de Lua. Nelson fue a buscarla por un camino que habíamos recorrido con ella días antes, volvió sin Lua. Yo me quedé en el mismo lugar esperando que volviera, pero no lo hizo.
Comenzamos a sentirnos desesperados, culpables de haberla dejado, tristes y preocupados.
Decidimos poner en marcha a Bipo otra vez y hacer otro recorrido, hablamos con la guardia naval, nos dijeron que la habían visto tratando de perseguir la kombi pero que sus perros la habían ahuyentado. El sentimiento de culpa aumentó. Como veníamos de allá y no apareció, a pesar de lo que nos dijeron las guardias hicimos el recorrido en la otra dirección pensando que tal vez habría cruzado por algún otro lado. A mitad del camino me bajé y fui a buscarla a pie por la orilla de la playa, Nelson siguió en la kombi algunos km más. Nada.
Decidí irme de nuevo hasta donde estábamos la última vez que la vimos mientras gritaba “LUA” a todo dar.
Estaba desesperada.
De pronto la escuché ladrar y la vi salir de unos arbustos, comenzó a llorar y a comportarse igual que el día que volvimos a buscarla y la adoptamos.
Ella también pensó que nos había perdido.
La abracé como en la mejor de las películas románticas con perros. Se me pasó el susto que tenía en la garganta y juntas fuimos en busca de Nelson.

Comiendo Centolla en Puerto Almanza.

Después de dos días en la Estancia Haberton volvimos a Puerto Almanza en busca de la aclamada y esperada centolla 🦀
Apenas vimos a los pescadores bajamos a preguntar, efectivamente habían salido a pescar mientras no estábamos y todavía quedaba centolla fresca.
Nos vendieron una por 600PA y nos regalaron otra más pequeña de “ñapa” para que no pelearamos. 😂
Ahora la pregunta del siglo “¿Como cocinamos esto?” Nuestra indumentaria de cocina es totalmente precaria, dos ollas pequeñitas para arroz o pasta y unos pequeños sartenes. Nada donde quepa una y MUCHO MENOS dos centollas.
Comenzamos la tertulia pidiendo una olla adecuada a los pescadores, pero no tenían. Nos hicieron el favor de sacarle todas las viseras y así se redujo un poco el tamaño pero igual no cabían en ningún lugar. Nos fuimos a nuestro lugar donde habíamos estado parando y comenzamos a ver cómo resolvíamos el problema.
Pensamos en arrancar todas las patitas (que es la parte que se come) y cocinarlas de cuatro en cuatro. Eran 16 en total 😅 sin contar las tenazas. Obviamente no iba a funcionar ese plan. Además después de cocinarlas había que meterlas inmediatamente en agua fría y para eso tampoco teníamos espacio.
Dando vueltas al asunto le dije a Nelson qué usáramos dos ensaladeras que tenemos, el problema es qué son de aluminio delgado y existía la posibilidad de que se deformaran. Pensamos “nada, no hay de otra. Sacrificamos las ensaladeras para poder comer centolla” y comenzamos a calentar el agua, acto seguido comenzaron pequeñas explosiones 🤦🏻‍♀️ pensamos que no lo íbamos a lograr y que la centolla junto a nuestros 600PA y nuestra dignidad como cocineros iban a ir a para al mar.
Lo increíble es que pararon las explosiones, estuvieron listas las centollas y las ensaladeras quedaron intactas.
Un final feliz para todos, incluso para Lua que comió tanta o más centolla que nosotros.

 

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Estancia Haberton.

Fueron dos días desconectados del internet y las comunicaciones, compartiendo entre nosotros, caminando todo lo que pudimos, fuimos hasta la costa a grabar, jugar con Lua, hablar y planear cosas.
Al caer la noche hicimos nuestra primera fogata estando solos, estuvimos los tres al calor del fuego apretaditos para evadir el frío de la noche.
Para llegar a este lugar se sigue la ruta J, el camino y el paisaje es hermoso.
Más tarde nos enteramos de qué la ruta está siendo ampliada arbitrariamente por un proyecto muy dudoso, están deforestando y acabando con una cantidad de vida impresionante para hacer una “ruta paisajista” aunque se presume qué la verdadera razón de la ampliación de la ruta es la implantación de empresas salmoneras. Hasta ahora no han dado explicaciones y han entrado a deforestar sin autorización terrenos de propiedad privada pertenecientes a la Estancia.
Este tipo de cosas son muy tristes, debemos tomar conciencia en colectivo para proteger nuestro ambiente.

 

Puerto Almanza, Patagonia, Tierra del Fuego.

Comida gratis.
Seguimos en Puerto Almanza y como no amanecimos paralizados por los bivalvos de ayer, decidimos irnos a caminar la costanera para buscar mejillones.
Dado a lo alejado de este pueblo y a los pocos habitantes las piedras se mantienen full de mejillones, de los más grandes que hemos visto por toda la Patagonia. Nelson los cocina, a mi me gusta mucho comer cosas de mar pero odio prepararlos y quedarme con ese olor, por suerte Nelson es menos necio con eso y además tiene buena sazón.
Es nuestro segundo día acá, nos acompaña el sol de a ratos y otros ratos cae aguanieve ❄️ hace mucho frío pero a pesar de eso salimos a hacer pequeñas caminatas, mientras tratamos de que no se nos congele la nariz con bufandas. Ya lo hemos dicho antes, pero lo repetimos, somos caminadores por excelencia.
Siempre que llegamos a un lugar intentamos recorrerlo todo. Desde el primer día salimos a caminar y a hacer nuestras “vueltas de reconocimiento” que además de distraernos la vista y el pensamiento también sirven para cerciorarnos de que nos sentimos cómodos en el lugar y de que estamos donde está la vista más linda.
Uno de los privilegios de viajar así es poder elegir cuál será tu jardín por los siguientes días, también hay que comprometerse y cuidar cada sitio que visitamos.
Por todo el viaje no dejamos ni un papelito tirado por el camino, aunque a veces los vientos del sur nos arranque la papelera de la puerta y nos puedan ver corriendo detrás para limpiar el desastre.
Hay que inculcar más consciencia. 🌎
En fin, hoy fue la inauguración de un puerto y por lo tanto los pescadores todavía no salen a pescar la ansiada centolla. Fuimos a un pequeño restaurante que hay en el pueblo y cuesta 1.300PA para una sola persona, aunque me dijo el mesonero no muy convencido que se puede compartir. Seguiremos a la espera de comerla fresca y barata ¡deséennos suerte! 

Puerto Almanza. Argentina, Tierra del Fuego.

Llegamos a Almanza por dos razones importantes. La primera es que no nos queríamos quedar con Ushuaia, queríamos llegar a un punto aún más austral. La segunda es que tenemos muchas ganas de comer centolla y en Ushuaia fue imposible para el presupuesto que manejamos 😅
Así qué nos vinimos a Puerto Almanza que es un pueblo pesquero muy muy pequeño, hay alrededor de 40 casas solamente y es el lugar de donde Ushuaia recibe las famosas (y costosas) centollas. El plan es conversar con los pescadores y ver si podemos comprar por un precio más razonable. El precio de referencia que tenemos es de 1.600 PA.
La cosa está en qué llegamos a este lugar con el mar latente abordando todo el paisaje, las imponentes montañas nevadas, los caballos salvajes, la naturaleza pura que nos llena el corazón a los tres y sentimos algo extraños luego de Ushuaia, es como un segundo comienzo. Luego de todos estos días bajando felices por lo cerca qué estábamos de la meta, ahora proyectarnos hacia Alaska y ver todo lo que nos falta nos llena de emoción y ansiedad. A pesar de llevar un año recorriendo el continente y de todas las cosas que han sucedido, es un poco abrumador todo lo que falta y no saber lo que pueda pasar. Convertir esa ansiedad en cosas positivas es un trabajo diario y constante para poder seguir.
Tenemos muchas ideas nuevas, hemos aprendido mucho y queremos seguir haciéndolo… 🙌🏻
Volviendo a Almanza, llegamos y comenzamos nuestra búsqueda de centolla, hablamos con un pescador y nos dijo que no hay centolla porque hace días no salen a pescar por mal clima. Entre toda la charla que tuvimos terminó regalándonos una bandeja de mejillones.
Nelson y yo nos vimos a la cara algo dudosos, llevamos todo el camino leyendo carteles de prohibición a ingerir bivalvos por marea roja 👀 él se dió cuenta y nos dijo que no hiciéramos tanto caso a eso, qué es solo por precaución.
Aceptamos los mejillones y si no quedamos paralizados por la marea roja vamos a seguir insistiendo hasta poder probar la centolla. 

Venezolanos por el mundo. Ushuaia. Tierra del Fuego.

En Ushuaia encontramos a Rafael (@ramobri1) por pura casualidad, coincidimos en una estación de servicio. Estaba ocupando la mesa que tenía enchufe y nosotros teníamos que trabajar así qué Nelson se acerco para pedirle el espacio y terminaron hablando por horas, como siempre.
La segunda vez que lo vimos fue en otra estación de servicio, estuvimos hablando largo rato y ya al día siguiente teníamos planes juntos.
A mi me gusta decir que Nelson y yo hemos “adoptado” algunos viajeros y cuando nos toca separarnos yo me quedo en modo doña que se le va el muchacho.
Sea como sea, Rafa se unió a nuestro viaje y nosotros al de él.
Pasamos juntos algunos días, fuimos a conocer un camping donde compartimos horas frente al calor de una fogata, fuimos a caminar al Glaciar y Rafa nos ayudó de camarógrafo con mucho entusiasmo en un video que pronto les mostraremos🤘🏻
Él es de San Cristobal, viene viajando desde Bogotá con su bicicleta, tiene una filosofía de vida muy particular y una dieta muy loca 😂financia su viaje amolando cuchillos por donde pasa. Definitivamente un personaje que estamos encantados de haber conocido.
Y como siempre ¡Nos veremos en la ruta!