Eterna Juventud.

Antonio, 85 años, 40 años viniendo a la misma playa en verano y nosotros tuvimos el placer de encontrarlo.
Cuando llegamos a San Antonio Este íbamos en busca de más lobos marinos, camino a la Lobería la arena se puso cada vez más suelta hasta qué nos quedamos enterrados, intentamos sacar a Bipo pero no hubo caso, me tocó ir a pedir ayuda.
Di con Hector otro gran amigo que nos ayudó a sacar a Bipo de la arena y nos llevó después a donde se estaban quedando él y su hermosa familia con el amiguito de Lua, Ozzy, y allí conocimos a Antonio.
Antonio es un español de 85 años que vino a parar a Argentina por accidente, se montó en un barco con un contrato de una petrolera pensando que iría a Holanda y desembarcó en Comodoro Rivadavia, hace 60 años.
Nos contó que a lo largo de su vida viajó y conoció un montón de los poblados del sur, trabajó largos años en la petrolera y hoy en día nos dijo que odia el petróleo. Dejó su trabajo para afinar pianos, dice que aunque ganaba menos la música lo hacía mucho más feliz.
Cada verano vacaciona en esta misma playa donde lo encontramos, aquí llevó a Nelson a buscar mejillones, nos contaba historias maravillosas y nos dejó claro que para viajar la única juventud válida es la del espíritu.
“todo tiene un por qué” nos dijo, y quizás nosotros nos quedamos enterrados para poder contar su historia.

Viajar a Brasil por tierra desde Venezuela.

Episodio Especial sobre tramites para cruzar la frontera Venezuela – Brasil con auto propio. En este video encontraras información relacionada con los pasos que debes seguir para cruzar la frontera de Venezuela hacia Brasil. También te informamos sobre los requisitos y te contamos nuestra experiencia cruzando con nuestra VW Kombi. La verdad el cruce es muy fácil, y hay muchas informaciones que complican y hacen pesar que hay mas requisitos de los que realmente hay. Esperamos disfruten el video, y les sea de ayuda. No olviden suscribirse al canal y seguir nuestro viaje.

Lobería.

Tener a Luita ha traído muchas cosas preciosas a nuestras vidas pero también algunos inconvenientes a la hora de hacer ciertas cosas; desde Venezuela Nelson y yo hablábamos de las fotos que queríamos hacer de animales salvajes y los leones marinos estaban sin duda en esa lista.
Después de los miles de km recorridos hasta Viedma, Argentina, llegamos a la lobería y comenzaron las dificultades, resulta pues qué la lobería es un área protegida por lo cual los perritos no son bienvenidos. Aunque nunca planeamos llevar a Luita hasta los lobos por la seguridad de todos, pensamos que la podríamos dejar en la playa con el guarda parques mientras nosotros íbamos a hacer fotos, la historia fue otra. Llegamos al lugar y nos dijeron que Lua no podía permanecer ni siquiera en la caseta de la guardia ambiental y que teníamos que buscar donde dejarla, normalmente eso no hubiese sido problema porque en la Bipo ella se siente cómoda y no pasa nada con dejarla un par de horas, pero el calor esta vez y la falta de sombra era un tema a considerar si no la queríamos sancochar. Fuimos hasta un camping cercano y nos estaban cobrando muy caro por una sola noche para los servicios que ofrecía, nos fuimos a una plaza de estacionamiento y planeamos pasar la noche allí hasta qué pasó la policía y nos dijo que no podíamos acampar porque (de nuevo) es área protegida 🤷🏻‍♀️
Caía la noche, estábamos muy cansados y con las opciones agotadas, pensamos en volver a Viedma y perdernos de los leones marinos, quizás tantas negativas eran una señal…
Pero no nos quisimos rendir, porque no habíamos rodado tanto para rendirnos tan fácilmente, volvimos al camping y negociando nos lo dejaron a la mitad, pasamos la noche allí y decidimos ir a las primeras horas del día con la salida del sol a buscar leones marinos mientras dejamos a Lua en la kombi durmiendo y todavía fresca.
Luego de caminar un rato nos estábamos cuestionando si iríamos a conseguir animales o no, de pronto vimos unas piedras grandotas y Nelson me dice “¡allí están!” a lo que yo respondo, “amor, eso ni se mueve, son piedras😂” nos acercamos más y ALLÍ ESTABAN.

Loros Barranqueros.

Ayer partíamos destino a buscar leones marinos pero sentíamos que nos íbamos incompletos. Por el cansancio de rodar el día anterior cuando fuimos a la playa nos llevamos sólo la cámara que usamos para video y dejamos en Bipo el lente teleobjetivo, no queríamos ir cargados ya que había que caminar un montón de km hasta llegar a los loros y la flojera nos venció una vez más pero cuando llegamos al sitio y vimos el espectáculo de aves volviendo a sus nidos al caer el sol supimos que habíamos hecho mal en no llevarnos una cámara cada uno y lentes con alcance.
Nelson y yo llevamos casi dos años compartiendo juntos a diario y ya nos comunicamos casi sin hablar, ayer nos levantamos a eso de las 10, desayunamos con calma y nos pusimos a hacer algunas tareas pendientes, entre esas bañar a Luita con su tratamiento para que vuelva su pelaje catire, en fin… nos cayó la tarde y las opciones eran o irnos a la ciudad más cercana para despertar hoy temprano allí y hacer algunos pendientes antes de seguir ruta o volver a la playa, esta vez con la cámara y el lente adecuado a hacer fotos y videos de los Loros.
Teniendo esas opciones sobre la mesa, basto una mirada cómplice para saber que nos quedaríamos otra noche en el camping y hoy solucionaríamos todo lo más rápido posible para irnos en busca de leones marinos 🙌🏻
• Datos de interés •
Alrededor de 175.000 ejemplares arriban cada año a final de la primavera para su temporada de reproducción.
Los nidos en los huecos del barranco son únicamente para parejas de loros que van a empollar, los loros que no van en pareja duermen a los alrededores en cableados o tejados del pueblo.
Son alrededor de 35.000 nidos.
Cada hembra pone entre 2 y 5 huevos.

¡Llegamos a Patagonia!

Luego de Epecuén hicimos un par de paradas más en estaciones de servicio y finalmente comienza el principio de lo que es nuestra primera meta, estamos en el comienzo de la Patagonia, llegamos a nuestra primera playa de Argentina y encontramos la sorpresa de que la misma posee una de las mayores colonias de loros barranqueros, al caer la tarde cientos de pájaros vuelan de vuelta a sus nidos y es un espectáculo natural increíble, también vimos a un par ser atacados por pájaros rapaces ☹️
ya se siente el cambio de clima y de vegetación, estamos muy contentos y disfrutando al máximo el paisaje. Ahora bien, tenemos varias cosas en contra:
* El clima: este no ha sido un verano muy caluroso en comparación a otros años lo que nos hace preguntarnos si desde este punto hasta que volvamos a subir por la ruta 40 vayamos a pasar un mal rato por el frío
* Contrarreloj: aparte de no querer congelarnos, también tenemos muy contados los días de nuestro pasaporte, yo necesito salir de Argentina y Nelson necesita entrar a Chile mientras su pasaporte siga vigente
* Las fotografías: de aquí hacia abajo hay fauna que para nosotros siendo caribeños es muy exótica, Leones Marinos, Pingüinos, Delfines y si tenemos suerte alguna Ballena rezagada. Como sabrán este es uno de los puntos más relevantes de nuestro viaje y es entre otras cosas lo que nos hace quedarnos más días de lo planeado en un lugar, aunque no tengamos tiempo no queremos perder oportunidades únicas de hacer fotos tan esperadas por nosotros.
No tenemos muy claro si podremos lograrlo pero pesar de los contras nos mantenemos positivos y haciendo todo lo posible para cumplir nuestra meta de llegar hasta Ushuaia, deséennos suerte y acompáñennos a conocer la tan esperada Patagonia Argentina.

Villa Epecuén.

Desde que estábamos en Venezuela armando a Bipolar habíamos hablado de este lugar y teníamos muchas ganas de conocerlo por su indudable atractivo fotográfico.
Llegamos a las esperadas ruinas, para los que no saben la historia esta era una Villa turística qué luego de una inundación provocada por la crecida del lago quedó hundida 7 metros bajo el agua, al pasar de los años el agua fue cediendo y lo que quedó del pueblo volviendo a la superficie.
Nosotros decidimos ir al caer la tarde para obtener mejores fotografías y no pasar un mal rato con el calor ya que por todo el lugar no queda ni un árbol vivo que de sombra, comenzamos el recorrido maravillados por el sentimiento de desolación que causa el lugar y entre una foto y otra nos comenzó a caer la noche sin darnos cuenta, salimos cuando estaba ya oscuro y decidimos que no habíamos estado lo suficiente así qué al día siguiente volvimos a ir a la misma hora, con la diferencia de que esta vez nos sorprendió un atardecer con un aire de melancolía inevitable que tiene el lugar consigo. Mientras nosotros estábamos embelesados con el paisaje, Lua corría y brincaba de una ruina a otra, se revolcaba en el pantano sulfuroso y se atravesaba en uno que otro disparo, cosa que le perdonamos porque la queremos.
Hay lugares que creo, son representaciones gráficas de estados mentales o de ánimo, a pesar de estar haciendo fotos que es para nosotros una de las mejores sensaciones, el sentimiento de tristeza y desolación nos invadía y es casi hasta inexplicable.
Este lugar marcó un punto en el viaje muy importante, nos llevamos lo efímero, el renacer de los lugares y la belleza que hay en lo triste.

¡Epecuén!

Llegamos a nuestro destino esperado, la Villa Epecuén, famosa por sus ruinas pero eso se lo mostraremos en el próximo post, en este queremos contarles sobre cómo es estar en el lago Epecuén.
Apenas cruzamos la pequeña distancia que hay desde Carhué hasta Epecuén todo comenzó a cambiar, nos llegaba un olor putrefacto por todas partes proveniente del lago, pensamos qué eran partes que luego de la inundación que hubo habían quedado descompuestas, seguimos rodando hasta la playa y veíamos gente bañándose aún con el olor que había, teníamos nuestras dudas sobre si queríamos bañarnos allí porque para nosotros todo era muy raro, habíamos ido por las ruinas solamente y no teníamos idea de lo qué íbamos a encontrar, nos pusimos a investigar el porqué del olor en el agua y comprendimos todo, las aguas del Epecuén contienen elevadas dosis de cloruros y sulfatos, convirtiéndola así en el primer lugar de las aguas minerales del mundo, esta gran cantidad de minerales son las causantes de los olores que produce el lago.
Resultó ser muy recomendable tomar un baño en el lago por los poderes curativos y relajantes de sus aguas, salimos como nuevos y hasta Luita tomó un pequeño baño aunque se salió bastante rápido porque sus patitas resbalaban en el piso lodoso.
También nos cruzamos con los chicos de CaMinO dE laS UtOPíaS y pasamos buenos momentos de conversación, esperamos verlos de nuevo en la ruta.

Los Girasoles.

Este es un post de apreciación.
Cuando íbamos camino hacia Carhué, una parada antes llegar a Epecuén, vimos los campos de girasoles más bellos.
Los girasoles son mi flor favorita, no podía creer la cantidad y lo gigantes que estaban así qué fue necesaria la misión de buscar un lugar que no estuviese cercado para parar a hacer fotos ya que en nuestros planes no está invadir propiedad privada (al menos en los de Nelson 🤭) cuándo caía la tarde y pensamos que íbamos a fallar en la misión, ¡lo encontramos!
El retrato de Lua es dedicado a @girlbodyboarder qué nos lo pidió.🌻❤️
Nosotros seguimos bajando a Patagonia con calma entre tanta corredera para que nunca falte esa foto que queremos.

¡Llegó un día muy esperado para nosotros!

Como hemos comentado en diferentes ocasiones siempre intentamos rodar lo más temprano posible y esto es por tres razones de peso; la primera es que si tenemos algún imprevisto con Bipolar sea de día y tengamos tiempo para resolver, la segunda es llegar temprano al sitio planeado por si no nos gusta tener tiempo para buscar otro sitio y la tercera pero no menos importante es tener tiempo suficiente para ir parando a tomar fotos y videos de las cosas que nos gustan en la ruta. Comenzamos a rodar a las 4 de la tarde y el camino nos sorprendió con cosas muy bonitas que no tuvimos tiempo de documentar si queríamos llegar antes del anochecer a nuestro destino, sin embargo, alcanzamos a hacer algunas fotos desde la ventana pero quedó la sensación de poder haberlo hecho mejor.
La noche la pasamos en el parque Las Acollaradas, en Bolivar. Un lugar super seguro y muy bonito donde Lua se hizo amiga del montón de perros que viven allí.
Hoy partimos con destino Epecuén, una ciudad que quedó en ruinas después de una inundación que la mantuvo por dos décadas a 7 metros bajo el agua, este es sin duda uno de nuestros destinos más esperados para documentar y estamos muy ansiosos de conocer más de la historia del lugar y de poder ver con ojos propios los secretos que ocultan las misteriosas ruinas.

Reencuentro y despedida.

Volvió Nelson a Buenos Aires, comenzamos el proceso apresurado y siempre desastroso de volver a vivir en Bipo.
Fue un mes separados de muchas emociones, muchos altibajos, mucho estrés, pero sobre todo, muchas ganas de cumplir una meta.
Nos despedimos de los chicos de @origencowork, quienes nos brindaron sus espacios a Lua y a mi por este período de pausa, Lua adoptó a Benito (el perrito de la foto) como su hermanito mayor y no desaprovechó ni un sólo día sin fastidiarlo, también aprendió un montón de él y se hicieron muy buenos amigos. Ahora toca convencer a Nelson de que Lua necesita un amigo perruno para que no esté solita.
En fin, ya nos vamos de la ciudad de Buenos Aires, teníamos muchas ganas de volver a la ruta y seguir descubriendo lugares maravillosos del continente.
El reto ahora es llegar a Patagonia a tiempo, pero no sólo eso, también se vence mi visto en el pasaporte y faltan un montón de km para salir de Argentina hacia Chile, una vez más estamos corriendo contrarreloj y con miedo de no poder cumplir nuestra primera meta qué es llegar al punto más austral, Ushuaia.