Camarones – Patagonia.

Así nos recibe Camarones.
Tal como nos dijeron, Camarones nos recibió con mucha paz y un paisaje de los más lindos que hemos fotografiado.
Llegamos al caer la tarde, parqueamos a Bipo frente al camping, soltamos todo, agarramos las cámaras y nos fuimos con Luita a caminarnos la playa.
Las aves acompañaron la caminata mientras Lua hacía todo lo posible por alcanzarlas, hasta que se mojaba y como no le gusta el agua desistía 🤷🏻‍♀️
Nos deleitamos de colores y ahora vamos a descansar para mañana ir a buscar los esperados pingüinos.
La pingüinera queda a 30km del pueblo por camino de tierra y no sabemos cómo se irá a portar el motor de la Bipo, ya que nos faltan las gomas del guardapolvo.
¡Deséennos suerte!

Gaiman.

Cuando llegamos a Trelew teníamos dos opciones: conocer Gaiman que es un pueblo fundado por Galeses y la otra ir a Rawson a hablar con la gente de ambiente para conseguir la entrada a Punta Tombo.
Paramos en Trelew para almorzar y estuvimos hablando con nuestros amigos de Rodando caminos sobre nuestros planes. Ellos nos hablaron sobre Camarones, un pueblo pesquero que estaba desviándose unos 60km de la ruta 3 , que tenía una pingüinera gratis y mucho menos turística que la que teníamos planeado visitar.
A nosotros nos brillaron los ojos cuando oímos el audio y sin decirnos nada ya la decisión estaba tomada, nos vamos a Camarones en busca de los pingüinos del Magallanes.
Pero primero lo primero, tomamos camino a Gaiman y pasamos dos lindos días, conocimos el túnel del antiguo ferrocarril, Lua hizo amigos perrunos y también se llevó un mordisco de una perra en el camping 😡, hicimos una caminata linda por un pequeño cerro desde donde se veía el pueblo y disfrutamos de un clima buenísimo.
Ahora nos dirigimos al tan esperado Camarones que tiene básicamente todo lo que nos encanta a los 3, mar, lugares naturales y tranquilidad.
Ah, ¡Y PINGÜINOS!

¡Gracias a todos los que con sus comentarios han contribuido a restituirnos el animo de seguir contando esta historia!

Sierra Grande.

La problemática de mandar a Nelson a hacer mercado.
Desde que tenemos a Luita ya casi nunca hacemos las compras juntos, cuando le toca a Nelson ir ya sé de antemano que tardará una eternidad.
Esa vez no fue la excepción, Nelson entró al supermercado en busca de “algo para preparar almuerzo” y volvió con una compra extraña con muy poco sentido y una hamaca porque estaba en oferta 🤦🏻‍♀️
Yo la verdad me divierto un montón con esos toques técnicos que tiene él, son una parte entretenida del viaje porque nunca sabes con qué volverá del super.
La cosa es que estamos rodando hacia el frío así que nada me parecía más inútil que una hamaca en estos días 🙄 sin embargo hoy llegamos a Sierra Grande y el calor está terriblemente fuerte, buscamos un lugarcito con sombra, guindamos la nueva hamaca y pasamos la tarde entre café, risas y “te lo dije, fue una buena compra”

San Antonio Oeste.

Llegamos al otro lado de la bahía por recomendación de nuestros amigos que hicimos en San Antonio Este.
Uno de los principales atractivos de este tranquilo lugar es su puerto que al bajar la marea deja a los barcos pesqueros totalmente descubiertos y apoyados contra el muelle.
Nosotros llegamos con tiempo de buscar un sitio para parar, hacernos algo de comer y luego salir a caminar hasta el puerto donde vimos caer el sol detrás de los barcos, vimos un leon marino nadar cerca de los barcos y un montón de aves que Lua quería atrapar.
A veces cuando queremos los dos hacer fotos al mismo tiempo y Lua no puede (o no la dejamos) estar suelta, nos toca turnárnosla y ella nos ve con carita de regañada para que la soltemos e irse a intentar atrapar aves. 🤦🏻‍♀️
Nuestro próximo destino es Madryn aunque el trayecto es muy largo y no tenemos claro si nos va a rendir el tiempo para llegar en un solo día rodando.
Seguimos bajando hacia nuestro destino, Ushuaia.

San Antonio Este.

Llegamos a este lugar, como les contábamos en el post anterior, buscando más leones marinos con planes de fotografiarlos e irnos al día siguiente pero hicimos tan buenos amigos y el lugar es tan maravilloso que fue imposible cumplir con el tiempo y una vez más nos quedamos unos 3 días más de lo planeado.
En esta lobería los leones marinos están muy lejos al contrario que en Viedma y aunque eso nos decepcionó un poco, pudimos ver cómo iban llegando en grupos desde una isla en el medio del mar qué al subir la marea se cubría toda y los hacía nadar hacia la costa donde estábamos nosotros ansiosos esperando para fotografiarlos. Luita esta vez nos pudo acompañar con su respectiva correa, aunque para ella el atractivo de este lugar fue perseguir aves y no precisamente ver leones marinos. 😂
Además de volver a ver a estos animales tan fantásticos, cuando íbamos de vuelta hacia la Bipo encontramos un Jote Cabeza Colorada y un Chimango Cara Cara que también pudimos fotografiar.
Estamos encantados con la Patagonia y su naturaleza salvaje.
Seguimos ahora ruta hacia San Antonio Oeste, el otro lado de la costa para conocer su puerto ya que nuestros amigos nos lo recomendaron.

Eterna Juventud.

Antonio, 85 años, 40 años viniendo a la misma playa en verano y nosotros tuvimos el placer de encontrarlo.
Cuando llegamos a San Antonio Este íbamos en busca de más lobos marinos, camino a la Lobería la arena se puso cada vez más suelta hasta qué nos quedamos enterrados, intentamos sacar a Bipo pero no hubo caso, me tocó ir a pedir ayuda.
Di con Hector otro gran amigo que nos ayudó a sacar a Bipo de la arena y nos llevó después a donde se estaban quedando él y su hermosa familia con el amiguito de Lua, Ozzy, y allí conocimos a Antonio.
Antonio es un español de 85 años que vino a parar a Argentina por accidente, se montó en un barco con un contrato de una petrolera pensando que iría a Holanda y desembarcó en Comodoro Rivadavia, hace 60 años.
Nos contó que a lo largo de su vida viajó y conoció un montón de los poblados del sur, trabajó largos años en la petrolera y hoy en día nos dijo que odia el petróleo. Dejó su trabajo para afinar pianos, dice que aunque ganaba menos la música lo hacía mucho más feliz.
Cada verano vacaciona en esta misma playa donde lo encontramos, aquí llevó a Nelson a buscar mejillones, nos contaba historias maravillosas y nos dejó claro que para viajar la única juventud válida es la del espíritu.
“todo tiene un por qué” nos dijo, y quizás nosotros nos quedamos enterrados para poder contar su historia.