Río Paraná.

El río Paraná es el segundo río más grande de Sudamérica, después del Amazonas.
Fluye en direcciones sur, este, sudoeste a través de Brasil, Paraguay y Argentina formando una larga frontera entre estos dos últimos.
Nosotros tuvimos la suerte de encontrar un camping precioso que además de tener vista al río ¡también se puede bajar! La norma dice que no es para tomar baño, sin embargo en las formaciones rocosas de la orilla se hacen pequeñas piscinas naturales que nosotros no podíamos dejar pasar.
Justo al frente se ve Paraguay, y es qué eso de las fronteras cuando se viaja por tierra es casi imperceptible, un momento estás en un país y unos km más allá estás en otro, cambia el idioma, el acento y la cultura, pero a final de cuentas todos somos hermanos y debemos tratarnos como tal.
¡No podemos más que agradecer!

Despedida de Brasil.

Nos levantamos temprano para tomar Rumbo a Las Cataratas de Iguazú por el lado Argentino, finalmente sellamos nuestra salida de Brasil justo a tiempo. Lo que habíamos calculado inicialmente en dos meses terminó tomándonos seis meses para lograr. Una mezcla letal entre problemas con la Bipo sumado a mecánicos poco entusiastas y mal preparados, terminaron retrasando todo, y poniendo en alto riesgo todo el proyecto. Queríamos rodar toda la costa Brasileña y terminamos por meses atrapados en São Luís. Pero la otra cara, es que cada inconveniente que nos trajo la Bipo, siempre vino de la mano de nuevos amigos quienes nos abrieron las puertas de sus casas y nos hicieron parte de sus vidas sin pedir nada cambio. Hoy, desde misiones Argentina, con una increíble vista del Río Paraná, nos despedimos de ese Brasil gigante, lleno de gente amable y hospitalaria, extrañando la Farofa, el Pão de Queijo, el Açai, los churrascos, y la gran diversidad que encierra su territorio. Muchas gracias Brasil

Estamos en Foz de Iguaçu.

Tenemos dos días más hasta el fin de nuestro plazo en Brasil y decidimos parar en un camping para descansar un día de manejar y el estrés y hacer las averiguaciones necesarias sobre las fronteras, cual ruta nos conviene más, qué queremos conocer, etc.
El camino hasta acá fue bastante tranquilo, Bipolar está mejor que nunca gracias a @kombialsur y todo el amor que le dimos esta última semana.
Nos preparamos psicológicamente y emocionalmente para un nuevo país, nuevos retos y nuevos amigos.

La montada del motor.

Debemos ser sinceros sobre el trabajo de David y Miguel de @kombialsur, la verdad es que no nos gustó, NOS ENCANTÓ.
Desde el comienzo la dinámica fue magnífica, comenzaron a revisar el motor de Bipo desde los detalles más básicos antes de llegar a la conclusión de que efectivamente había un problema dentro del motor y que era totalmente necesario abrirlo de nuevo. Ya esta noticia la esperábamos debido al sonido que tenía y nada mejor para aliviar el estrés de lo que eso significa que tener dos panas venezolanos que nos tranquilizaron de la mejor panera posible, compartimos entre risas nuestras anécdotas, descubrimos las similitudes de nuestros viajes y nuestras vidas.
Ya la certeza de que todo iba a estar bien estaba latente.
Abrimos el motor y comenzaron a salir los problemas, errores de montaje y piezas dañadas. Los muchachos dedicaron todo su esfuerzo y con mucho cariño trabajaron día y noche para que Bipo quedara excelente finalmente ya qué estamos bastante cortos de tiempo para salir de Brasil.

Seguimos con los arreglos al corazón de la Bipo.

Estamos muy agradecidos con todo el cariño y trabajo en equipo de nuestros amigos de @kombialsur, se han dedicado con mucho empeño y mucha paciencia a encontrar todo lo que Bipo tiene dañado y aunque han salido bastantes cosas, poco a poco vamos buscando soluciones.
Hemos adelantado bastante y cada vez estamos más seguros de qué el motor quedará excelente.
Ya estamos ansiosos de ver a Bipo rodar de nuevo por la carretera como a ella le gusta, conocer nuevos lugares y nuevas culturas.
¡Gracias a todos por seguir acompañando nuestra aventura!

Los misterios del motor.

Bajamos el motor porque tenía un sonido metálico que no era para nada normal en un motor nuevo, decidimos hacerlo en Curitiba porque aquí están nuestros amigos de @kombialsur con su taller móvil y también está la fábrica del bloque @autolinea que se ofrecieron amablemente a asesorarnos, ya qué pensábamos que había un problema de medidas en el bloque, es decir, un defecto de fábrica.
David y Miguel hicieron algunas pruebas antes de abrir el motor y dieron bastante rápido con el problema.
En São Luis, el mecánico que tuvimos nos recomendó cambiar el árbol de leva por uno usado en vez de uno nuevo, ya que el usado era de mejor calidad, sim embargo el que montaron estaba TAN desgastado que tenía un hueco donde debería girar el eje de la bomba de aceite.
El día que montaron el motor en la Bipo la bomba de aceite no giraba, obviamente porque quedaba libre el eje, su solución fue alargar con soldadura el eje para que pudiese girar y alegaron que era a causa de un posible defecto del bloque.
Lo más insólito es qué aún sabiendo el problema y después de tener que desarmar el motor cuando se rompió el bloque, volvieron a armar y montaron el mismo árbol y la misma bomba modificada en otro bloque nuevo, a pesar de que esa segunda vez armamos con todas las piezas nuevas porque no queríamos más problemas.
En conclusión el arreglo no duró nada y el defecto en el árbol de leva con la bomba modificada fueron dañando en lo poco que rodamos un montón de piezas más.
¡Nosotros seguimos positivos y metiéndole toda la onda posible!

Conociendo a Kombi al Sur.

Cuando se viaja de kombi los puestos de gasolina se convierten en el refugio más seguro entre un punto y otro, uno se va acostumbrando a la dinámica. Nosotros siempre que estamos en carretera buscamos dormir en algún puesto, luego levantarnos temprano y seguir la ruta.
Esta vez no fue la excepción y en nuestro camino a Curitiba paramos en un puesto, el último que encontramos cuando comenzó a caer la noche. Nunca rodamos después del medio día, sim embargo esta vez hicimos todo al revés y salimos a las 12 del medio día para parar de rodar a las 7 de la noche.
Al día siguiente estábamos cuadrados para conocer a nuestros hermanos Venezolanos de @kombialsur que nos están ayudando con Bipo, nos encontramos con ellos en un puesto de gasolina en Curitiba y allí teníamos planeado hacer todos los trabajos necesarios, pero como la magia de las Kombis siempre (o casi siempre) ocurre, nos recibió una familia increíble.
Ahora bien, comenzó el estrés de abrir el motor de nuevo y saber qué es lo que tiene la Bipo, esta vez con la certeza de que estamos en buenas manos.

Ruta del vino.

Para cerrar nuestra estadía en la maravillosa ciudad de São Paulo, nuestro amigo Cabral nos llevo a São Roque a hacer la ruta del vino.
El paseo consiste en ir visitando las diferentes bodegas que ofrecen vinos, cachaça y vodka, entre otros licores, e ir probando en cada parada un poco de todo.
Después del recorrido, fuimos a almorzar a un lugar muy lindo, probamos algunos sándwiches típicos de Portugal, unas tortas de bacalao, rabanada con helado y por supuesto, el famoso y recomendado pastel de Belem un postre de hojaldre con crema recién sacado del horno.
Fue una experiencia gastronómica increíble, nos quedamos con el corazón y la barriga contenta, y con amigos para toda la vida.
¡Muchísimas gracias! @cabralclecio

Mercado Municipal.

Salimos a dar otro paseo por São Paulo, nuevamente pasamos mucho tiempo en el bus, aquí todo queda a horas de camino por el tránsito y lo grande de la ciudad. Luego agarramos el metro hacia el centro y caminamos hasta el mercado por la calle 25 de Marzo, muy famosa por su cantidad de tiendas y precios bajos.
El mercado municipal es una experiencia gastronómica, tienen una cantidad enorme de frutas, quesos, carnes y aceitunas de todo tipo.
Te dan a probar la fruta que quieras y también mezclan fresas con dátiles, una delicia.
Luego de allí caminamos hasta el museo Catavento pero para la hora que llegamos ya estaba cerrado. Igual dió tiempo de admirarlo desde fuera para luego seguir caminando por las calles de São Paulo hasta que cayó la noche y volvimos.

Parque Villa Lobos.

Fuimos a conocer el parque VillaLobos por recomendación de nuestro amigo Cabral, porque yo quería desesperadamente rodar en bici para hacer algo de ejercicio ya qué la vida del viajante suele ser bastante sedentaria.
Tomamos un bus que duró como hora y media, nos dió tiempo hasta de dormir un poco en el trayecto y justo cuando llegamos a la parada comenzó a llover fortísimo. Finalmente escampó y llegamos hasta el parque, pagamos las bicis y le dimos dos vueltas al parque rodando, vimos los diferentes árboles que tiene y una vista a la ciudad hermosa.
Después de allí tuvimos que caminar un montón para poder volver pero eso ya es otra historia 😂
Las noticias del motor de Bipo van variando y nosotros de nuevo tenemos que ir tomando decisiones, pero mientras tanto disfrutamos un poco.