¡Epecuén!
Llegamos a nuestro destino esperado, la Villa Epecuén, famosa por sus ruinas pero eso se lo mostraremos en el próximo post, en este queremos contarles sobre cómo es estar en el lago Epecuén.
Apenas cruzamos la pequeña distancia que hay desde Carhué hasta Epecuén todo comenzó a cambiar, nos llegaba un olor putrefacto por todas partes proveniente del lago, pensamos qué eran partes que luego de la inundación que hubo habían quedado descompuestas, seguimos rodando hasta la playa y veíamos gente bañándose aún con el olor que había, teníamos nuestras dudas sobre si queríamos bañarnos allí porque para nosotros todo era muy raro, habíamos ido por las ruinas solamente y no teníamos idea de lo qué íbamos a encontrar, nos pusimos a investigar el porqué del olor en el agua y comprendimos todo, las aguas del Epecuén contienen elevadas dosis de cloruros y sulfatos, convirtiéndola así en el primer lugar de las aguas minerales del mundo, esta gran cantidad de minerales son las causantes de los olores que produce el lago.
Resultó ser muy recomendable tomar un baño en el lago por los poderes curativos y relajantes de sus aguas, salimos como nuevos y hasta Luita tomó un pequeño baño aunque se salió bastante rápido porque sus patitas resbalaban en el piso lodoso.
También nos cruzamos con los chicos de CaMinO dE laS UtOPíaS y pasamos buenos momentos de conversación, esperamos verlos de nuevo en la ruta.