Parque Nacional los Alerces, Chubut, Patagonia.
Observar, siempre.
Somos observadores por oficio y por amor. Aunque con miopía y astigmatismo 😂 la cosa casi siempre va tipo “miraaaa Cristal ese pájaro increíble” y yo “¿DONDEEEE? Ahhh ya vi 😍” y termino sacándole una foto que si a una mancha en una piedra que para mi era el pájaro.
En fin, no todo puede ser perfecto y yo no me canso de observar y admirar paisajes, animales (o manchas), los colores, los detalles, los tonos, los rostros; aunque eso implique estar cada vez más cegata.
En el Parque los Alerces hicimos esta parada para apreciar el Lago Azul, rodeado por montañas y un silencio absoluto.
La sensación de ser tan pequeñito en el universo y de sólo poder guardar el momento en tu mente, porque siempre pensamos que las fotografías por mucho que las amemos no le hacen suficiente justicia a los paisajes maravillosos que nos ha brindado la Patagonia Argentina.
Estar parados frente a tanta inmensidad nos deja claro que somos parte de un todo, una parte pequeñita. Nos sentimos cerquita de otras especies de la naturaleza. Nos encontramos mirando a lo lejos y sonriendo o esperando la aparición de algún animalito que nos alegre el día.
En fin… ¿Cual es su máximo punto de conexión con el entorno?
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