Bosque Tallado, el Bolsón, Argentina.

En este post contamos la historia de cómo visitamos el Bosque Tallado del Bolsón, Argentina en Kombi y sobrevivimos (nosotros y la Bipolar) en el intento.

Llegamos a El Bolsón, otro lugar mágico de esos que nos vienen diciendo que no nos podemos perder desde que entramos en Argentina.
Nuestra primera elección para visitar fue ir al Bosque Tallado, un bosque de lengas ubicado en el cerro Piltriquitrón que sufrió un incendio en el año 1978 y qué en el año 1998 albergó a un grupo de escultores que devolvieron la vida al bosque a través de esculturas hechas en los árboles quemados. Esta actividad la repitieron en los años 1999, 2003, 2007 y 2010 y estos encuentros dejaron un total de 50 esculturas increíbles que son las que permanecen hoy en el Bosque.
El lugar es bastante cerca de donde nos estamos quedando (la plaza del centro😂) así que encendimos a la Bipo y comenzamos a rodar. A veces estamos muy dispersos y no terminamos de conectar con nuestro entorno, porque la verdad es que si nos dicen qué el bosque está en el cerro es obvio que vamos a tener que subir ¿no?
Pues bueno, la Bipo sufrió demasiado nuestro despiste. Era muy estrecho el camino y una vez que comenzamos a subir no hubo forma de dar la vuelta para volver. La pobre Bipo no logró pasar de primera por lo empinado del camino, sin contar que era todo tierra, piedras y lodo.
Nelson y yo nos mirábamos cada dos minutos con cara de “que cag…” por los sonidos de la kombi. 😩
Ya que no había vuelta atrás, terminamos el tortuoso camino hasta el lugar donde se estaciona y allí comenzamos la caminata de 1km hasta la entrada del bosque, cortita pero cansona también.
Finalmente llegamos y pudimos disfrutar del lugar mientras la Bipo descansaba de todo su esfuerzo y se preparaba (como nosotros) para el descenso…

Nuestra amada Bipo[lar] 🍂🌲
Por estos lados tan fríos, nuestro hogar con ruedas ha sido fiel compañera.
A la velocidad del paisaje como dicen, porque con estas vistas ir lento es un deseo más que una necesidad. Tener capacidad de detalle, poder frenar donde gustemos, tener siempre la cámara en mano. 📸
Seguimos disfrutando de las rutas Patagonicas de Argentina, rumbo hacia Alaska.

Observar, siempre.
Somos observadores por oficio y por amor. Aunque con miopía y astigmatismo 😂 la cosa casi siempre va tipo “miraaaa Cristal ese pájaro increíble” y yo “¿DONDEEEE? Ahhh ya vi 😍” y termino sacándole una foto que si a una mancha en una piedra que para mi era el pájaro.
En fin, no todo puede ser perfecto y yo no me canso de observar y admirar paisajes, animales (o manchas), los colores, los detalles, los tonos, los rostros; aunque eso implique estar cada vez más cegata.
En el Parque los Alerces hicimos esta parada para apreciar el Lago Azul, rodeado por montañas y un silencio absoluto.
La sensación de ser tan pequeñito en el universo y de sólo poder guardar el momento en tu mente, porque siempre pensamos que las fotografías por mucho que las amemos no le hacen suficiente justicia a los paisajes maravillosos que nos ha brindado la Patagonia Argentina.
Estar parados frente a tanta inmensidad nos deja claro que somos parte de un todo, una parte pequeñita. Nos sentimos cerquita de otras especies de la naturaleza. Nos encontramos mirando a lo lejos y sonriendo o esperando la aparición de algún animalito que nos alegre el día.
En fin… ¿Cual es su máximo punto de conexión con el entorno? 

La mejor parte de viajar con Nelson es que también es fotógrafo. Entiende todo lo que quiero desde el primer momento, me ayuda a hacer las fotos más difíciles como cuando estaba en Epecuen montada en un árbol o en esta ocasión que entré al lago y no podía encargarme yo misma de hacer el disparo.
Siempre le dejo el encuadre que quiero y casi siempre me lo cambia un poco 😂 por suerte la mayoría de las veces sale todo bien. Le digo qué es mi trípode humano, porque la verdad es más fácil decirle a Nelson qué foto quiero lograr que correr yo de un lado para otro hasta lograr la toma.
En esta foto en particular entre al agua después de una noche helada. El agua estaba increíblemente fría, me hizo doler todo el cuerpo en segundos. Cuando salí del lago para revisar la toma no podía apoyar los pies en las piedras porque me producía muchísimo dolor así qué me tuve que ir gateando con el vestido helado y empapado hacia donde estaba Nelson que me observaba con cara de horror por semejante espectáculo 😂 la verdad estos momentos de locura y creación son de los que más disfruto en el viaje. Cada paisaje es una oportunidad.
¿Qué es lo más loco que ustedes han hecho para sacarse una foto? 

Seguimos la ruta con @girassol_pelomundo. Decidimos irnos por la ruta del Parque Nacional, entramos de noche para evitar a los guarda bosques, ya que íbamos con Luita y no estábamos seguros de si le estaba permitida la entrada. Si bien es parque nacional, también es una ruta que comunica con Cholila (otra ciudad) así qué cualquier cosa si nos reclamaban sólo teníamos que seguir la ruta dentro del parque pero sin hacer paradas. 🤷🏻‍♀️
Llegamos a la primera zona de camping del parque, estacionamos las kombis sin saber muy bien dónde estábamos parándonos.
A la mañana siguiente al despertar nos recibió este paisaje increíble, las kombis rodeadas por Alerces gigantes y un día precioso.
Lua tuvo que estar amarrada todo el tiempo para que no provocara ningún desastre natural 😑 sin embargo, juntamos un montón de cuerdas que teníamos e hicimos un amarre suficientemente largo para que caminase tranquila, jugara y tomara sol sin riesgo de que se fuera a escapar o fuese a molestar a algún otro animal del Parque.
La verdad no acostumbramos hacer este tipo de cosas y nos sentimos unos delincuentes, pero ya nos hemos perdido bastantes lugares por la prohibición de mascotas.
En todo caso, lo peor que puede pasar es que nos saquen y de igual forma nos tenemos que ir.
¿Ustedes piensan que las mascotas deberían estar permitidas en los Parques Nacionales?