Conociendo a Kombi al Sur.
Cuando se viaja de kombi los puestos de gasolina se convierten en el refugio más seguro entre un punto y otro, uno se va acostumbrando a la dinámica. Nosotros siempre que estamos en carretera buscamos dormir en algún puesto, luego levantarnos temprano y seguir la ruta.
Esta vez no fue la excepción y en nuestro camino a Curitiba paramos en un puesto, el último que encontramos cuando comenzó a caer la noche. Nunca rodamos después del medio día, sim embargo esta vez hicimos todo al revés y salimos a las 12 del medio día para parar de rodar a las 7 de la noche.
Al día siguiente estábamos cuadrados para conocer a nuestros hermanos Venezolanos de @kombialsur que nos están ayudando con Bipo, nos encontramos con ellos en un puesto de gasolina en Curitiba y allí teníamos planeado hacer todos los trabajos necesarios, pero como la magia de las Kombis siempre (o casi siempre) ocurre, nos recibió una familia increíble.
Ahora bien, comenzó el estrés de abrir el motor de nuevo y saber qué es lo que tiene la Bipo, esta vez con la certeza de que estamos en buenas manos.
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